lunes, 8 de noviembre de 2010

La MuerteLa muerte resulta al final un pretexto
de unión para los vivos


Misma funeraria, misma capilla exactamente. Hace dos años que había estado en un velorio en este mismo sitio, en la misma habitación.


Descanse en paz mi tío que se nos adelanto el pasado viernes y ya tiene un lugar en el sheol, en la tumba común de la humanidad y mi virtual pésame a la familia, lo cual me incluye a mi mismo. Fue una buena persona, padre responsable e hijo fiel al patriarcado de la familia y lo vamos a extrañar esos domingos de reunión familiar.


Los velorios son una tradición singularmente repetitiva... claro, todas las tradiciones son repetitivas por naturaleza pero esta en especial es internamente cíclica durante todo el desarrollo de la misma, cada vez que un nuevo par de personas se encuentra durante el funeral van pasando las mismas cosas una y otra vez... además de que ha perdido el sentido practico de la misma, aunque eso debería resaltar el sentido simbólico de la misma tengo la impresión de que no es así.


¿De que estoy hablando? Los velorios eran un periodo donde tenían al finado antes de enterrar y se aseguraban de que estuviese muerto en realidad, y muchas anécdotas hay de supuestos difuntos que se despertaron durante el velorio en épocas en donde los diagnósticos médicos no eran tan precisos pero hoy en día las funerarias se llevan y preparan los cuerpos pronto así que difícil que casos así pasen de nuevo en pleno velorio. Mientras el sentido simbólico de despedida, oportunidad de una ultima mirada es lo que se mantiene y bueno, es la parte valiosa supongo, junto con la presencia solidaria para con la familia cercana porque las creencias del velorio como ceremonia para el alma según las creencias que se suelan profesar... o solían porque esa parte es la que creo que ha quedado de lado con esto de la modernidad reemplazado con practicas más practicas pero con menos impacto en las personas.


En mi caso, también tengo además el constante dejavu del continuo reencuentro con parientes que me recuerdan o me ubican mientras yo a ellos no. Lo siento, una disculpa y si se lee grosero mis disculpas pero la verdad es que a la mayoría no los veo desde un velorio anterior y lo más seguro es que no los vuelva a ver hasta el siguiente velorio así que esa es mi excusa por mi falta de memoria, lo siento.


Para las fiestas solemos ser más orgullosos, si no hay invitación con tiempo no vamos pero a los velorios cualquiera va.


¿Es necesario que los arreglos florales lleven un listón con el nombre de quien lo envía? ¿Es necesario hacer que se note que compre algo? Cosas...


El sepelio, el ultimo viaje, mucha gente lo da en carrozas que son autos más lujosos de lo que en vida pudieron hacer supongo, he visto unas Lincoln Navigator y otros modelos de lujo como carroza.


Los panteones son un mosaico de historia de la ciudad en donde están, donde si pueden darse un poco de paz para escucharse a si mismos en la quietud de la morada final se puede conectar con una verdad que todos sabemos pero que en el mundo contemporáneo esta impersonalizada y aleja de manera rara, es decir, vemos muerte en los medios y demás pero al mismo tiempo parece lejana porque la gente ya no se muere de cualquier enfermedad como antes, parece más probable que te agarre la muerte en medio de una balacera u otra forma de inseguridad. Procuren apreciarlos las pocas veces que se suele andar en un cementerio, y si lo más interesante esta dentro de ustedes que afuera pues mejor.


Cya!

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