Hola lector@s, ya saben que poco me gusta usar este espacio para simplemente repetir el trabajo de alguien más, pero hay veces que puede más mi deseo de compartir algo que mis remilgos y hoy es una de esas veces. Escuchando un podcast oi una entrevista a un tal Fabián C. Barrio ¿Y quien era este y por qué era digno de atención? Pues porque le dio la vuelta al mundo en moto en dos años, y a grandes rasgos explico que un día harto de una rutina que estaba llevando en su vida se planteo como podia darle la vuelta al mundo siguiendo el verano y las estaciones por el planeta, calculo tiempos, se hizo el firme proposito y le puso una fecha. Ahorro y se preparo para estar listo en la fecha indicada y salio a cumplir su viaje.
En la entrevista conto muchas cosas sobre su viaje como cuando le rechazaron el visado para entrar en Estados Unidos, incidentes en fronteras, viajes por tierra y mar, y mucho de lo que vio pero a mi en lo particular me parecio impactante una parte en particular de la travesia, cuando narro como fue salir de África, cruzar la frontera de Egipto y llegar a Israel.
A continuación paso a transcribir ese fragmento de entrevista con minimos retoques para que se pueda entender mejor leido. Cuando lo lean imagense la situación por favor, ponganse en su lugar e imaginen que han recorrido personalmente en una motocicleta por Africa empezando en Sudafrica y llendo hacia el norte y que por meses han visto cara a cara las carencias que los demás solo vemos en fotos y noticieros. Imaginen que lo acaban de ver día tras día por meses en vivo y entonces acaban de salir de Africa.
Entrar en Israel supuso para mi un Shock brutal porque llevaba 5 meses en Africa en los que había visto de todo. Las más impresionantes miserias humanas. Y he aquí que llego a un hotel en la ciudad de Eliat y lo primero que me llamo la atención es que la puerta cerraba sin dificultades, porque en todo Africa las puertas no cierran. Tienes que pelearte a patadas y luchar con una cerradura oxidada y quiza ni siquiera así consigas cerrar la puerta.
Luego vi las cortinas. Las cortinas estaban limpias y las paredes lisas.
El baño, impecable ¡Tenia agua! Y habría el grifo y era caliente.
El wifi se conecto sin dificultad ¡ERA TODO TAN MARAVILLOSO! Hasta el suelo estaba impoluto, me tire y acaricie el suelo.
Salí a la ciudad y me encontré frente a frente con un centro comercial y todos los neones, todas las letras de los anuncios funcionaban. Las calles estaban limpias, la gente hacia alto en los semáforos. Me pare en un plaza y rompí a llorar como muy pocas veces he llorado en mi vida.Primero por una sensación de alivio de estar a salvo otra vez en occidente, y eso me da mucha vergüenza porque no hace más que demostrar que soy un tipo debil, occidental que no puede con el drama que millones de personas viven TODOS los santos días.
Por eso también llore por todas esas personas que viven en Africa y que no tienen capacidad de optar. Nosotros en occidente tenemos un comodin del que no somos concientes. Si no nos gusta nuestro trabajo podemos dejarlo. Podemos ocuparnos en otra cosa. Podemos cambiarnos de ciudad e incluso de país. Nos puede costar más o menos, pero podemos hacerlo... en Africa esa opción no existe. Una persona nace, crece y transmite a sus decendientes lo mismo. El hijo del agricultor será agricultor y el nieto será agricultor y no podran salir de ahí.
La posibilidad de optar es el gran tesoro de occidente que no sabemos apreciar. Y saber que millones de personas estan condenadas a no saber lo que es vivir en una ciudad en paz, a conocer un paso de cebra que se respete, me parecio tan desgarrador que me tuve que hechar a llorar ahí.
Creo que estaba basado principalmente en lo que escribio en esta entrada de su blog titulada La Epifania, aunque es un poco diferente. Es comprensible, todos cuando relatamos una experiencia de memoria cambiamos un poco lo que decimos dependiendo de a quien se lo estemos contanto y cuando se habla no se tiene el tiempo para pensar con tanto cuidado las palabras ni para corregirlas luego de una revisión si lo consideramos necesario.
Este hombre empezo su recorrido cruzando Europa, pasando a Asia atravezandola por medio oriente, la India, China y el sureste del continente y luego pasar a Australia. De Australia fue a Sudamerica, recorrio el continente hacia el norte, volvio a bajar al sur para para cruzar el Atlantico hasta el sur de Africa y atravezar el continente hacia el norte para llegar a Egipto y de ahí cruzar a Israel y volver a Europa.
Durante su viaje escribio un blog donde documento sus andanzas con fotos, videos, reseñas y pensamientos. Muy recomendable y firme candidato a ganar El Mudkip de Oro de este año. Si quieren leerlo y saber más de su viaje visiten www.saliadarunavuelta.com
Cya!
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