DoRmingo de reflexión: Dime con quien andas...

“El mejor día es en el que el alma tiene hambre y sed
No olvides lo aprendido, no dejes de comprender
Rodeate de buenos y tú lo parecerás
Rodeate de sabios y algo en ti se quedará”
–La danza del fuego, Mägo de Oz

“Dime con quien andas y te diré quien eres” dice un dicho popular y como todos los dichos populares aunque no son leyes con un 100% de infalible infalibilidad si tienen una base de verdad, porque cuando una persona crece, convive o ha pasado mucho tiempo rodeada de gente lo más probable es que vea las costumbres que hay a su alrededor como lo normal y esperable, pero cuando uno expande sus horizontes más allá y aprende cosas nuevas puede darse cuenta de si esas costumbres son algo bueno y digno de preservarse, o si por el contrario, son la perpetuación de una conducta retrograda y que debería pertenecer a los libros de historia en lugar de a la realidad cotidiana.

Todos somos libres de decidir, no hay nada que nos determine sin posibilidad de cambio, pero para decidir y cambiar debemos ser conscientes y no dejarnos llevar, escoger un camino la mayoría de las veces implica ir en contra de a donde nos lleva la corriente.

Esto no se aplica solo a usos y costumbres tradicionales que ustedes estimad@s lector@s seguramente verán como algo ajeno y lejano, sino que todos estamos propensos pues todos tenemos familiares, amigos, compañeros y una sociedad que nos rodea, y estas personas son nuestras influencias queramos o no, y por eso debemos estar atentos a lo que aprendemos incluso inconscientemente de estas compañías sin que nos ciegue el cariño que les tenemos ni la rutina de pensar que si algo siempre se ha hecho así eso hace que este bien.

Dios nos aconsejo mediante el apóstol Pablo lo siguiente.

“No se dejen engañar: las malas compañías corrompen las buenas costumbres”
–1 Corintios 15:33

Dios también ya antes había inspirado al sabio rey Salomón para que entre sus proverbios nos aconsejará al respecto de esta manera.

“para que no imites su conducta y tú mismo te tiendas una trampa”
–Proverbios 22:25

Imaginen querid@s lector@s que tienen un patio y se ponen a eliminar de él las hierbas hasta dejarlo desmontado y entonces lo dejan así nada más y lo ignoran un tiempo ¿Qué pasará? Es probable que se vuelva a enmontar con hierbas de nuevo en un tiempo ¿Cierto? En cambio, imagine que en lugar de dejarlo así construye un jardín en ese espacio con plantas y pasto seleccionado por usted para que ocupe esa tierra que ha dejado libre. Ahora ese patio difícilmente se llenará de hierbas y será más sencillo para usted darle mantenimiento al jardín para mantenerlo en buenas condiciones.

De la misma forma ocurre con las amistades, deshacerse de las malas amistades cuesta trabajo, más trabajo entre más enraizada y más hallá crecido, y una vez arrancada si se deja ese “espacio” vació alguna cosa lo llenará y esta en nuestras manos llenar el tiempo que antes pasábamos con la amistad que ahora queremos evitar, de forma consciente poniendo en su lugar buenas amistades en lugar de dejar que el vació se llene por si solo con lo que sea.

“Quien se junta con sabios, sabio se vuelve; quien se junta con necios, acaba mal.”
–Proverbios 13:20

En la biblia además de que se nos indica evitar las malas compañías también nos invita a cultivar buenas amistades de gente que tenga los valores recomendados por Dios y aprovechar la buena influencia mutua que podríamos darnos.

“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con aquellos que con un corazón limpio invocan al Señor.”
–2 Timoteo 2:22

En resumen, la biblia nos aconseja en muchos pasajes que evitemos las malas compañías y busquemos amistades entre los adoradores de Dios, que busquemos gente que posea los valores y cualidades que deseamos aprender, en este caso, gente con el aprecio y respeto por las leyes divinas que en el fondo están para nuestro propio beneficio personal y el bien común.

PD: Todas las citas bíblicas aquí mostradas están tomadas de la traducción Reina Valera Contemporánea (RVC) a menos que se indique lo contrario, para que luego no anden acusando de traducción sesgada y cosas así.