Miércoles de Cine: El Hobbit

El Hobbit es una película que ha despejado mis dudas sobre Peter Jackson y su fidelidad al mundo de Tolkien, demostrando que cuando se toma licencias en lugar de seguir los libros estas son solo por el bien de la adaptación al cine del universo de Tolkien, pues Jackson no se ha ceñido solo a un libro sino a tomado lo necesario de la literatura entera para enriquecer y dar empaque a una historia que partía con la desventaja de ser menor al señor de los anillos y mostrarnos cosas que ya habíamos visto en una época más grandiosa en la trilogía del señor de los anillos.

“Lealtad, honor, un corazón dispuesto...
No puedo pedir más que eso”
– Thorin

Yo tenia mis miedos respecto al Hobbit porque soy de los que pensaba que es un libro más leve que cualquiera de los libros de la trilogía del señor de los anillos y que sacar tres películas del hobbit tal vez quedaría disperso como mantequilla untada sobre demasiado pan y viendo la lista de actores y personajes como que iba a salir Frodo y pensaba yo “valgame Dios, si Frodo ni siquiera había nacido cuando ocurrió la historia de el hobbit” y por eso miraba a el hobbit con cierto escepticismo, pero la manera en que justifican la aparición de Frodo al principio de la película resulto muy acertada y también bien justificada la presencia de dos actores personificando a Bilbo.

Afortunadamente Peter Jackson ha tenido el talento y la sensatez para que las películas no se le fuera de las manos, aunque hay cosas que se ven un poco raras como que en la misma películas halla escenas épicas de batalla y también un número musical de enanos cantando o que el arma de uno de ellos sea una simple resortera, en general hasta los trolls se ven menos fieros, pero bueno, el Hobbit era un cuento donde hay cosas así e incluso los enanos del libro eran más coloridos, aunque me sorprende un poco que algunos de los enanos parezcan hombres pequeños más que la típica imagen del enano barbudo e igual de ancho que de alto.

Supongo que todo lector que llegue a este rincón del Internet ya sabrá al menos por encima que El Hobbit es un libro que Tolkien escribió antes que El Señor de los Anillos, protagonizado por Bilbo Bolson (tío de Frodo) acompañado del mago Gandalf y trece enanos (de los cuales uno es el padre de Gimli), y así los quince emprenden un viaje hacia el este para recuperar el tesoro que esta siendo custodiado por el dragón Smaug, y en el camino tendrán muchas aventuras y se encontrarán con otros personajes conocidos como Elrond, Galadriel y Saruman. Una de esas aventuras intermedias nos presentará a Gollum y traerá de vuelta al escenario al anillo único, el peligroso objeto que podría devolver todo su poder a Sauron el señor oscuro que esta recuperando su poder ocultándose en el bosque negro bajo una identidad secreta conocida como el nigromante siendo en esta época solo un atisbo de lo que será 60 años después durante la guerra del anillo, aunque toda la relación de estos personajes poderosos es solo un contexto de fondo en la historia de Bilbo.

El mayor enemigo en el cine para la historia de El Hobbit es que ya vimos El Señor de los Anillos. Al contrario de lo que paso en los libros donde primero se publico el Hobbit como una historia orientada principalmente a niños y que sirvió de punto de partida para el Señor de los Anillos que sería publicado casi 20 años después cuando esos niños que leyeron el Hobbit ahora estaban listos para algo más denso.

En cambio en el cine primero vimos la historia grande y ahora se nos muestra la más simple precuela, además al buscar ser tan fiel y continuista con la trilogía anterior como ha sido posible repitiendo actores y escenarios tampoco se tiene el factor sorpresa que tuvo el Señor de los anillos.

La escala es menor en el Hobbit, Smaug no se puede comparar al enemigo que es Sauron, ni Gandalf tiene una participación remotamente tan heroica como será en el futuro y el protagonismo de acción Thorin escudo de roble no tiene la trascendencia de Aragorn.

Aun así, para los fans hambrientos de volver a la tierra media y que tienen la actitud correcta de esperar una precuela con todas sus consecuencias debidas a la naturaleza de cuento de la obra, El Hobbit es una película que les da justo lo que quieren ver, más tierra media.

La película es larga y la trilogía lo será más pero no es extendida sin ton ni son, al menos la primera no lo ha sido, pues los agregados y rellenos son escenas tomadas de otros libros que nos dan más información de porque algunas cosas son como son en la época de Bilbo, como la aparición en pantalla de escenas de la batalla de Azanulbizar donde Thorin obtiene su apodo y se nos presenta a Azog, y por supuesto, siempre hay diferencias respecto al libro, como el protagonismo que le han dado al orco Azog que en los libros es una referencia al pasado de Thorin pero aquí hasta le roba protagonismo a su hijo Bolgo, el orco líder que aparece en el libro, pero se nota que es una decisión de cara al lenguaje cinematográfico actual para crear un nemesis de mayor impacto visual.

También hay que apreciar el trabajo de darle un ritmo dinámico, la película dura mucho y viendo que el libro no es precisamente el mejor ejemplo de ritmo pues entre la manera tan descriptiva de escribir de Tolkien y que van pasando muchas cosas a veces a tirones donde pasan muchas cosas muy rápido y otros ratos no pasa nada, lograr que la cinta llevará un ritmo más o menos constante sin perder la fidelidad al libro debió ser un duro trabajo de guión.

La película cumplió mis expectativas y me dejo con el deseo de ver cuanto antes la continuación.

Cya!