La Muerte y yo tenemos una relación de curiosidad mutua, de mi parte agreguenle miedo y respeto también. Ya que vino a pasar el verano en Culiacán, yo al salir de cierto velorio decidi verle un momento solo pedirle intercambiar unas palabras, eso si dejando claro que eso era todo pues es una persona ocupada y no valla ser que por las prisas acabará mal la cosa por un mal entendido.
Me fui caminando por la Bravo (calle importante de acceso a mi colonia) y no tarde en encontrarme con Muerte, que aunque resulta invisible para el común de los mortales pude notarle porque a veces es útil lo que aprendi durante mi etapa de cambio de catolico a testigo de Jehová durante el cual investigue muchas cosas religiosas y similares, aprendi unas pocas ademas de que ya habia tenido desde antes algunos contactos con los incorporeos que ya les contare en otro cuento y la mayoria no sirve para nada más que meterse en problemas. Discretamente le hice una seña para que se diera cuenta de que lo estaba viendo.
Segui caminando a casa y muerte me siguio con un poco de curiosidad. Eran como las 21:30 horas, estaba oscuro y un poco solitario así que era el ambiente ideal para la platica... ¿Mucho trabajo, eh? pregunte a manera de saludo y romper el hielo -Solo vengo a recoger lo que ustedes tiran- me contesto y agrego -No es común que me hable un mortal, pero estoy de buenas ¿Se te ofrece algo?- me pregunto.
Pues mira, vengo de un velorio y el ritual catolico me revolvio un poco la mente como una pila de agua alborotada donde el agua son recuerdos, conocimientos y pensamientos nuevos también... me gustaria tener certera respuesta de parte de que pasa con quienes contigo se van. No se me antoja mucho en este instante la compañia de otros mortales, y de por si me gusta estar a solas o con grupos pequeños y las platicas en confianza como ahorita que podemos platicar agusto nosotros.
-Singular, pero no puedo revelarte secretos pues solo los muertos lo saben de primera mano y mirame... estoy aquí platicando contigo ¿Estoy muerto? Claro que no. Mirame como el cartero que deja un paquete en el buzón pero jamas entra a la casa del destinatario, igual yo entrego los muertos al seol pero jamas bajo al sepulcro con la humanidad- Contesto yo que no lo habia pensado de ese modo hasta ahora... pero aun así esa no es la unica razón por la que no puedes.
-¿A no? ¿Y que otra razón conoces? Pregunto un poco retador.
-Simple... porque tu solo eres lo que yo creo que es Muerte combinado con una proyección de mi mismo. Apareciste como ente cuando las personas te concibieron en el inconciente colectivo y a quien te ve tu le pareces lo que el cree que eres, por eso para mi eres un arquetipo y no un verdadero ser, todo lo que se de la muerte se simboliza en ti. Tu en realidad no estas aquí hablando conmigo, soy yo mismo dialogando con una parte de mi.
-¿Y qué puedes saber tu de la muerte sin haberla experimentado nunca y sin poder mirar más halla de la puerta que se te presenta en cada cascaron sin alma que es un cuerpo muerto?- Me cuestiono y prosiguio -Si soy una parte de ti entonces debes de estar loco como para alucinar un fantasma que ademas te responde.- sentencio con un tono levemente ofendido.
-Pues creo saber que los muertos no tienen conciencia de nada, que sus pensamientos se han extinguido y no estan en ningun lado, solo ya no estan. La unica esperanza que tengo es la resurrección de los muertos por Jehová que consistira en rehacer a las personas que el quiera, algo similar a como Jesús revivio a Lazaro.
-¿Estas seguro? -Me pregunto con una sonrisa en la cara que no supe identificar si era de burla, diversión o complicidad.
-Por supuesto que no. le conteste que no tengo pruebas de eso ni de lo contrario tampoco, es un terreno gris donde puedo moverme a falta de más. Me aferro a un poco de fé porque necesito creer en algo y hasta ahora es lo más logico que tengo. Sin esperanza alguna me dedicaria a vivir sin conciencia y pregonando esa "verdad".
-Bueno, pues en ese caso ya vendre por ti cuando menos te lo esperes y entonces veras si soy un simbolo que no existe o no y si lo que crees que es la muerte lo es o no. Si puedes, hazme solo este favor: que me digas que hay en el infierno y si tienes suficiente suerte hasta podrias confirmar si tu Jehová existe siquiera, y si existe compararas si en realidad es todo lo que imaginas que es y te conceda misecoricordia en todo caso... por ahora detente y mira -Me dijo al tiempo que señalaba la ciudad- hemos subido ya esta loma de Cañadas mientras caminabamos y hay buena vista desde aquí, ya reflexionaste un rato sobre la muerte pero que eso no te aparte del interes por la vida, cuando venga de malas no vas a tener tiempo de más, aprovecha mientras puedes.
-No puedo discutir contra esa logica. Tienes razón e incluso escalar esta pequeña loma lo hace sentir un poco vivo a uno y la vista de toda esa luz y movimiento indica que en Culiacán hay mucha más vida que muerte.
-Yo hasta aquí llego. Que pases buena noche, no queremos que te nos mueras de cansancio ¿Verdad? -Me dijo a la par de una sonrisa y añadio -por cierto, el cansancio, el hambre, el humo de los autos, las alteraciones mentales como la muerte y quedarse absorto en los pensamientos puede provocar alucinaciones... te cuidas- y segui el camino a casa con más preguntas que respuestas.
Mi camarada, no se si mis respuestas sean validas para ti, te dejare que tengas el duelo por tus ancestros como mejor prefieras y ofrezco mi apoyo en lo que sea necesario, con confianza camarada.
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