"Somos las hormigas que robamos su comida
estamos aquí para arruinar el día
cuando estamos cerca el turista adelgaza
pues si no queremos no dejamos ni una taza"
--Himno nacional de las hormigas
Anoche llovió fuerte en mi ciudad y debido a las inclemencias del tiempo las hormigas decidieron mover su ruta habitual para pasar por sitios más secos y resguardados, así que empezaron a entrar por la ventana de mi alcoba y hacer un caminito que se adentraba en mi madriguera posiblemente con la intención de cruzarla de lado a lado.
No me gusto eso y limpie la zona causando como efecto secundario una mortandad hormigueril y procurando eliminar el rastro de feromonas con las que estas criaturas marcan sus caminos como señal para las que vienen detrás y así concluyo mi primera batalla de la noche con estos seres... pero como las hormigas sobrevivientes no avisan a las demás que cambien de ruta para evitar su aniquilación segura, las hormigas siguieron entrando solo que una vez dentro crearon un segundo camino y en vez de ir por el suelo la columna avanzaba ¡Sobre mi cama!
Round... two... fight!
Quitar la colcha y limpiar de hormigas toda el área esta vez incluyendo su camino por la pared y el marco de la ventana para una solución más definitiva... esperaba yo pero solo fue un éxito temporal pues las hormigas siguieron llegando, supongo que plenamente confiadas en que su enormemente evidente superioridad numérica les daría la victoria en su necedad.
Así que las hormigas siguieron entrando y lograron llegar al colchón pero como quite la colcha por donde habían caminado sus predecesoras no encontraron el rastro químico que esperaban y se amontonaron en una esquina de la cama y... ah no, ahora si ya agotaron mi paciencia.
Decidí tomar medidas drásticas y vacíe mis aposentos, tra
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