Este DoRmingo de Reflexión es continuación de los anteriores titulados La Puerta Angosta y El Propósito de la Religión Verdadera donde en una serie de entrada estamos tratando si le importa a Dios la religión que tengamos o no, y si le importa que debemos de hacer en consecuencia.
Anteriormente ya vimos entonces que la religión verdadera debe poner en primer lugar la honra y obediencia a Dios, pero hay otro rasgo muy importante que ha de distinguir a la adoración verdadera de las demás, y esta característica es que efecto produce esta religión en sus seguidores.
Para muchas personas la religión es algo privado que no es necesario que tenga consecuencias en su vivir diario, incluso muchos creen que exponer cual es nuestra religión hasta sería más una causa de discordia que algo bueno... ya ven el dicho popular que dice que no hay que hablar de religión, política ni fútbol si no quieres discutir.
Pero la verdad es que existe una relación directa entre lo que creemos y lo que hacemos ¿Qué significa esto? Por ejemplo, si una persona cree que todas las personas son malas y dispuestas a aprovecharse de los demás si se presenta la oportunidad, entonces será una persona desconfiada que pensará mal de las intenciones de los demás constantemente.
Dependiendo de las cosas que creemos nuestras reacciones en muchos campos de la vida van a estar condicionadas y la religión es una de las cosas que más moldean nuestro sistema de creencias. Por ejemplo, en algunas religiones se enseña que existen castas que diferencian a unas personas de otras, que cada quien se merece un destino por sus actos y por lo tanto no es necesario ni deseable tener misericordia a personas menos favorecidas y no lo ven como algo que este mal porque debido a lo que creen eso es lo normal para ellos y lo que esta bien, y actúan en consecuencia.
Todos, muchas de las cosas que hacemos a veces sin pensar y de forma inconsciente en realidad las hacemos solo respondiendo a lo que creemos de antemano. La Biblia dice al respecto lo siguiente, leamos Mateo 7:16-18 y por favor no pierdan este libro porque vamos a leer otro versículo también de este evangelio.
"Por sus frutos los reconocerán. Nunca se recogen uvas de espinos o higos de cardos, ¿verdad? Así mismo, todo árbol bueno produce fruto excelente, pero todo árbol podrido produce fruto inservible; un árbol bueno no puede dar fruto inservible, ni puede un árbol podrido producir fruto excelente"
-Mateo 7:16-18
Seguramente usted ya conocía ese pasaje, es uno de los mas conocidos de los evangelios y nos da un principio muy valioso para reconocer a la adoración verdadera como una que no incluye enseñanzas perjudiciales y sus practicantes no producen “malos frutos”, es decir hechos que vallan en contra de los mandamientos de Jehová.
Me gustaría también recordar un resumen de los mandamientos de Jehová que hizo Jesucristo y que quedo registrado en la Biblia.
“Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?”. Él le dijo: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, semejante a él, es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos pende toda la Ley, y los Profetas”Esto significa que el verdadero adorador de Dios debe poner en primer lugar lo que opina Dios sobre las cosas antes que la propia opinión y tratar a los demás aplicando la regla de oro, que es ponernos en el lugar del otro y tratarlo como nos gustaría ser tratados.
-Mateo 22:36-40
Jesús hablo del trato al prójimo en varias ocasiones y siempre alentó el buen trato incluso hasta con los enemigo y que por prójimo se entendiera a cualquier persona, no solo a los amigos o a los que piensen como tu, no, sino que el trato de prójimo es para toda la humanidad. Si una religión no enseña el punto de vista de Jesús al respecto, entonces se aparta de su enseñanza y no da buenos frutos, y si por el contrario alienta la división incluso esta dando malos frutos.
Los frutos de las religiones en forma de creencias abarcan muchas ideas sobre diversos aspectos de la vida y hasta de la muerte. Por ejemplo según que opinen sobre la muerte, quienes no tienen ninguna esperanza después de la muerte se obsesionan con aprovechar la vida al máximo, o al menos como ellos entienden desde el punto de vista del mundo que es aprovechar el presente sistema de cosas, pero al proceder así rechazan la salvación, pues Dios nos anima a luchar por acumular tesoros en el cielo, no en la tierra.
O en el caso contrario, que crean en la inmortalidad del alma y en los espíritus puede acarrearles otro tipo de consecuencias como la adoración a los antepasados y/o practicas espiritistas que Dios condena y que son la fuente de muchas supersticiones y hábitos que complican la vida y nos alejan de Dios.
También esta el caso de la creencia en un destino que rige el futuro. Las personas que creen que ya todo esta escrito y que aunque se esfuercen las cosas que tienen que pasar van a pasar de una u otra manera pueden volverse irresponsables de sus actos y responsabilizar al destino de todo, o recurrir a la adivinación para enterarse de este supuesto destino y aprovecharlo.
Como vemos, la Biblia menciona hay una serie de malos frutos reconocibles que la adoración verdadera no debe de producir, al contrario, una de las señales que deben distinguir a la adoración verdadera de las demás es que solo debe de producir fruto excelente y mantenerse limpia, sin mancha del mundo. Veamos de la Biblia por favor lo que dice en Galatas.
"Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada, idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios"
-Galatas 5:19-21
Hemos hablado un poco sobre malos frutos que permiten identificar a una religión falsa, pero si le damos un giro más positivo a esta cuestión podemos ver en cambio, los buenos frutos que uno esperaría ver en la religión verdadera.
“En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí.”
-Juan 13:35
La adoración verdadera debe ser una que fomenta la unidad y el amor sincero entre sus seguidores, seguidores que están de acuerdo a poner la palabra de Dios, la Biblia como autoridad por encima de tradiciones o lideres humanos, y eso también implica mantenerse al margen de las guerras de este mundo.
La adoración verdadera debe dirigir su atención al Reino de Dios como única esperanza y solución a los problemas del hombre y además se debe de notar en el diario vivir de sus seguidores, pues la adoración verdadera no es una serie de ritos ni un formalismo. No, la adoración verdadera debe ser un estilo de vida donde se practica lo que se predica. Leamos 1 Juan 3:18
"Hijitos, no amemos de palabra ni con la lengua, sino en hecho y verdad."
-1 Juan 3:18
En resumen, se debe notar que la adoración verdadera es aquella cuyos fieles están viviendo de acuerdo a la enseñanza de la Biblia, no solo porque las sepan o las digan, no, si no que las aplican día tras día.
En la próxima y ultima entrada de esta secuencia terminaremos con este tema. La entrada de hoy fue la tercera de una secuencia que tratarán el tema ¿Le importa a Dios la religión que tengamos? Den click en el enlace y vean los demás. Hasta la próxima.
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